Mientras estaba embarazada de mi segundo hijo, Andrés, decidí comprar el Owlet Baby Monitor. Desde el principio, comenzamos a usar el Owlet cada vez que dormíamos a Andrés.

Cuando Andrés tenía alrededor de un mes y medio de edad, cuando recibimos una notificación roja. Miré la aplicación Owlet en mi teléfono y mostró que su frecuencia cardíaca era de 250 lpm, pero Andrés estaba profundamente dormido y no tenía ningún síntoma visible. Desperté a mi esposo, apagamos la estación base y la volvimos a encender en caso de que fuera un error, pero la notificación roja regresó inmediatamente después de encenderla. Mi esposo puso su oreja en el pecho de nuestro hijo y pudo ver que el corazón de Andrés latía rápido. En este punto, mi esposo dijo que teníamos que ir al hospital.

Tan pronto como llegamos al hospital, les contamos lo que estaba pasando y que nuestro Owlet nos notificó que su ritmo cardíaco estaba por encima de los 250 bpm. Le pusieron un monitor de hospital y se situó en alrededor de 240-250 lpm. Decidieron realizar más pruebas ya que Andrés no presentaba síntomas. No tenían un especialista en nuestra ciudad, por lo que nos enviaron a un hospital infantil a dos horas de distancia.

Una vez que llegamos al hospital de niños, continuaron realizando más pruebas y vigilándolo. A la mañana siguiente, sin embargo, el cardiólogo nos dijo que Andrés tiene TSV. Como resultado, Andrés necesita tomar medicamentos para el próximo año para mantener su corazón estable.

¡GRACIAS! Recomendamos Owlet a todos los que estén teniendo un bebé.